Barcelona, el arte hecho ciudad

Barcelona, es una ciudad en la que, mires donde mires, puedes encontrar arte por todos sus rincones. Es Barcelona, el arte hecho ciudad...

El pasado verano, tuve el placer de visitarla personalmente, y estos son los lugares que más me llamaron la atención.

Monumentos en el Estadio Olímpico...



                                                                                                                                                                   

 

 

En estas imágenes, en la que me podéis ver junto a mi hermano, aparecen el Palau Sant Jordi (actualmente lugar en el que se celebran conciertos y numerosos eventos) y el Estadio Olímpico de Montjuic. Esta zona, fue muy desarrollada debido a los Juegos Olímpicos de Barcelona celebrados en el año 1992.

 

Parque Güel...

 

 

Una de las cosas que más me gustó de la ciudad fue el Parque Güel. Parecía una ciudad encantada. El estar allí no te hacía pensar que estabas en Barcelona, sino que parecía que te encontraras en una ciudad parecida a la que aparece en los cuentos.

 

Os destaco también las dos casas a la entrada de dicho parque, que parecen sacadas de un cuento de cuando éramos pequeños, Hansel y Gretel. El color utilizado en las piedras de la fachada parecían las golosinas de las casas del cuento.

 

Además, es un lugar en el que destaca el colorido en las decoraciones de numerosos objetos y edificaciones. También, destacar la armonía de la naturaleza a la que le han dado formas para inspirar tranquilidad, paz y evasión.

 

Casa Batlló y la Pedrera...

 

 

Al igual que las casas del Parque Güel, estas casas, diseñadas también por Gaudí, son un ejemplo más del arte que recorre las calles de Barcelona.

 

Se caracterizan por sus fachadas en continua ondulación, para dar la sensación de dinamismo, con ventanas irregulares a distintas alturas.

 

A su vez, la decoración exterior imita los huesos humanos. Se pueden ver los huesos de la pelvis, los fémures, las oquedades de los ojos.

 

Personalmente, fue una maravilla observar estos dos edificios en los que, desde el primer momento, te envuelven en una sensación de cuento.

 

La Sagrada Familia y La Torre Agbar...

 

 

 

 

La Sagrada Familia, actualmente todavía en construcción es otro ejemplo más de esta maravillosa ciudad.

 

Destaca la abundancia de decoración en esculturas y motivos florales. Además, torres huecas y caladas, flanqueando la fachada.

 

Por otro lado, la Torre Agbar es uno de los emblemas de la ciudad. Sobre todo cuando se hace la noche, puesto que se ilumina con distintos colores, dando una sensación de frescura e iluminación de cada persona.

 

Y, cómo no, la playa...

 

 

 

Una de las cosas que más me gustaron de Barcelona fue la zona de la playa. Además de ser una zona para bañarse, puede ser una zona para pasear tranquilamente, sin ninguna prisa. El recorrido se hace corto. Te hace entrar en una sensación de paz, tranquilidad, a la vez de alegría (gracias en parte al buen tiempo). Decir que estaba deseando ir a pasear por la playa y, cuando lo hice, el tiempo se pasaba rápidamente.

 

Por último, decir que espero volver a esta maravillosa ciudad para de nuevo perderme en sus calles...Quizá (y ojalá sea así) lo haga pronto, muy pronto...