El arte de Mérida

Emérita Augusta. Este nombre es el que el emperador Octavio Augusto le dio a esta bella ciudad situada en el sur de Extremadura, Mérida.

Una ciudad que tiene su origen en Roma, época en la que se construyen un gran número de edificios, que hoy en día están considerados como obras de arte por todos nosotros.

 

Desde sus comienzos, Mérida se convirtió en el centro de atención en todo el mundo. Recibiendo visitas desde todo el mundo y construyéndose numerosas edificaciones como el anfiteatro, el circo, y la obra por antonomasia: El teatro romano.

 

El anfiteatro romano...

 

Situado en el mismo recinto que el teatro, este edificio era sede de los juegos violentos como la lucha entre los gladiadores, de los que más popularidad gozaban en la ciudad.

La arena tiene forma elíptica, limitada por un zócalo de granito para proteger a los espectadores. En ambos lados, se sitúan las puertas para entrar y salir del edificio.

 

El circo romano...

 

 

Se encuentra a las afueras de la ciudad y es uno de los mejor conservados de la Hispania romana.

 

Con capacidad para unas 30.000 personas, en el centro de la arena se encuentra el muro de separación, llamado spina, que está decorado con obeliscos, pilastras y esculturas que se pueden apreciar todavía hoy en día.

 

El circo era el lugar en el que tenían lugar las carreras de caballos, las cuales eran vistas y disfrutadas por los espectadores desde un gran número de gradas.

 

El teatro romano...

 

La obra maestra de la ciudad. Recinto en el que tenía, y todavía en la actualidad, lugar la representación de un gran número de obras gracias al gran número de actores que conformaban la ciudad.

 

El teatro está formado por la escena (donde se representaba la obra), el graderío (con forma circular, desde donde los espectadores veían la obra), la orchestra (formada por los músicos y el coro) y finalmente los jardines (donde paseaban los actores en los descansos).

 

 

Una obra, sin duda alguna de las mejores arquitecturas de las que podemos disfrutar en nuestro país y que, cuando la visitas te cautiva y envuelve al recorrer por sus edificaciones y jardines...

 

 

Por último, decir que este pasado verano pude gozar de la suerte de visitar esta bella ciudad, algo que me cautivó, y que sin duda alguna sé que repetiré algún día a esta hermosa ciudad que te recibe con los brazos abiertos y no te deja escapar en ningún momento...

 

 

Si podéis escaparos, entre tantos trabajos y exámenes, ya sabéis dónde podéis ir, (junto a Barcelona, no os olvidéis).

:)